LA EDUACIÓN EN CASTILLA Y LEÓN. A LA ALTURA DE FINLANDIA, PERO SIN IR TAN LEJOS.
Bienvenidos de nuevo al alambique, lectores. No ha pasado un día desde la publicación que hemos realizado comparando el sistema educativo español con el que se supone uno de los sistemas más efectivos del mundo.
Y hoy al hilo de esa entrada,
vamos a hablar de un caso singular: Castilla y León.
Esta comunidad ha obtenido el
quinto puesto en la clasificación mundial de la calidad en la educación. Ha
adelantado a países como Estados Unidos o Australia y sigue muy de cerca a
Estonia, Finlandia, Canadá y Japón.
¿Pero qué es lo que ha llevado a
Castilla y León a obtener estos buenos resultados en los últimos informes PISA?
Me gustaría resaltar antes de
comenzar con esta pequeña reflexión las palabras del ex-consejero de educación,
Fernando Rey, durante una de sus últimas visitas a Zamora en posesión de su
cargo: “En Castilla y León tenemos un sistema educativo muy serio, muy riguroso
y ordenado.”
Sinceramente creo que estas
cualidades son las que han marcado la diferencia entre esta comunidad y otras.
La educación no sólo es
responsabilidad de la escuela: Castilla y León está formada por familias que
están concienciadas con la educación. El origen eminentemente agrario ha dado
como resultado familias que ven en la educación un ascensor social. Los padres
siempre le han dado mucha importancia a la escuela porque quieren para sus
hijos los estudios que ellos no tuvieron.
Y, dicho esto, para mi las particularidades que han alzado a Castilla y León en el ranking de PISA son las siguientes:
Calidad del profesorado: El
propio consejero confirmó que había plazas que se habían quedado sin cubrir
debido a la exigencia de las oposiciones. Se les ha otorgado a los profesores
ese estatus que reclamábamos al comparar con Finlandia, se les pide una
calidad, dada la responsabilidad de su desempeño como educadores.
Despoblación: Lo que a priori
parece una desventaja, cuando consigue sortearse, se ha tornado en un
beneficio. Los ratios bajos de alumnos en zonas rurales han permitido una
educación más personalizada que favorece el rendimiento de alumnos. Aunque hay
que recalcar que esta tendencia no se da en las áreas urbanas, donde el ratio
se estima en 25 a 27 alumnos por aula.
Innovación y soluciones: Además
en los últimos años Castilla y León ha hecho una amplia inversión para adaptar
sus escuelas al bilingüismo (en 2017 contaban con casi 100.000 alumnos
recibiendo clases con este sistema) y a las nuevas tecnologías.
Para cerrar el tema, me gustaría
hacer una última reflexión:
Yo he sido educada en el
principado de Asturias. Y mi sorpresa no ha sido pequeña al comprobar que ocupa
puestos elevados dentro del panorama nacional. Como antigua alumna del sistema
educativo de otra comunidad puedo decir que, desde este prisma, siempre ha
habido un poco de “pique sano” entre comunidades; pero con la perspectiva del
tiempo, hoy me gustaría reordenar esa imagen en mi mente. Sí hay sistemas más
exigentes dentro de España, sí hay una diferencia patente entre comunidades. No
es lo mismo educarse en las comunidades del norte, que en las del sur; en
regiones más pobladas o despobladas o; en regiones con un pasado eminentemente
agrícola o industrial. Y en mi opinión, como futuros educadores, deberíamos dar
una profunda revisión a esto: Hay comunidades que han logrado un sistema que
parece estar bien encaminado, cada una con una metodología y una propuesta
educativa. No deberíamos despreciar lo que se puede aprender de ellas.
Gracias por pasaros por el
alambique. ¡Nos vemos en el próximo destilado!
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